En ocasiones, conviene recordar que el uso de un sistema GPS para transportes de mercancías o pasajeros es, en sí, un ejercicio de responsabilidad profesional. Veamos un ejemplo reciente de multa por no llevar GPS:
En el mes de mayo, el Ayuntamiento de Almería multó a la empresa de limpieza urbana FCC Medio Ambiente por incumplimiento del contrato que habían firmado. Todos los vehículos de la compañía, sin excepción, debían tener instalado y activado un dispositivo de GPS, pero dos lo tenían apagado y ocho ni siquiera lo llevaban. Lo que impedía la correcta supervisión de las tareas de limpieza, tal y como estaba estipulado en el contrato. Según afirma el diario Ruta del Transporte, donde hemos podido conocer esta noticia, la multa ascendía a los 157.500 euros, y el recurso presentado por FCC fue desestimado.
Multa por no llevar GPS.
Hoy en día, el uso de tecnología GPS en los transportes de empresa es un requerimiento básico a la hora de realizar cualquier tipo de desplazamiento. Sea cual sea la actividad de la empresa, y tanto si tiene una flota de 2 o 3 motos de reparto o vehículos comerciales, como si es una gran multinacional con 500 camiones de mercancía, existen diversos motivos para contar con esta herramienta, aparte del ejercicio de responsabilidad que ya hemos mencionado.
Las ventajas son numerosas, desde la mejora en la gestión y organización de los vehículos de la empresa (entiéndase «vehículo» como cualquier bien móvil que esté fuera de la sede), o la eficiencia del consumo y tiempo de los trayectos. Pero, sobre todo, es una garantía de seguridad para la compañía, el trabajador y, por supuesto, la mercancía transportada (cargas valiosas, animales vivos, productos farmacéuticos).
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