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“Vosotros arregláis cuerpos, yo arreglo coches”.

Manuela pertenece a una familia de médicos. Sus padres, sus abuelos paternos, su abuelo materno, sus dos hermanos, algún tío… Su destino parecía escrito y ella misma lo dio por bueno durante mucho tiempo. Cirujana como el abuelo, otorrino como la abuela, ginecólogo como el otro abuelo y mamá, médico de familia como papá, era lo único que quedaba por decidir, la bata blanca se daba por hecho… pero, cuando llegó la hora de ingresar en la universidad, Manuela, contra todo pronóstico, dio la gran noticia. – “No voy a ser médica, voy a ser mecánica. Vosotros arregláis cuerpos, yo arreglaré coches. No hay gran diferencia”- fue su manera de anunciarlo. 

Y Manuela hizo un ciclo de mecánica, se especializó, se buscó la vida para hacer prácticas en los mejores talleres mecánicos, trabajó un tiempo para una gran escudería y, mientras su familia no salía de su asombro, Manuela seguía con su plan. 

Con veintiocho años decidió que el tiempo de formarse y de trabajar para otros había llegado a su fin. Su familia había trabajado siempre por cuenta ajena, son todos médicos de la sanidad pública, pero a ella le picaba el gusanillo de crear su propia empresa. Su entono seguía incrédulo, pero ella lo seguía teniendo claro:- “vuestros pacientes son personas, los míos coches, no es tan diferente”, les insistía.

Y montó su empresa. Un taller mecánico de primer nivel, pulcro como la consulta de un médico, de alta calidad y con servicio de asistencia a domicilio y en carretera. Primero un empleado valiente que no dudó en aceptar que su jefe fuese jefa, luego el segundo, y luego el tercero. Pronto apareció otra chica en el equipo, y así hasta 23 empleados que Manuela tiene a día de hoy, y 12 coches para la asistencia en carretera y el servicio a domicilio.

Hace dos años, en la bandeja de entrada del departamento de soporte de Sateliun entró un mail de Manuela. Quería optimizar su servicio fuera de taller y para ello necesitaba tener controlados sus 12 vehículos. ¿Podéis ayudarme?, nos preguntó, y le dijimos que sí. 

En Sateliun llamamos cariñosamente a Manuela “nuestra mecánica cirujana”. ¿Por qué?. Por que ella nos contó que iba a ser médica, pero fue mecánica; porque Manuela, en el taller va de bata blanca, y porque es precisa como una cirujana. 

Optimiza su flota con la solución de gestión de flotas de Sateliun, al principio nos pedía que le personalizásemos informes para analizar los datos de sus coches con una precisión asombrosa, aunque hace tiempo que ya lo hace sin nuestra ayuda. 

Y, aunque es una gran experta y ya no nos necesita para sacarle el mayor partido a la solución de gestión de flotas para mecánica, sí nos comparte su ROI y nos cuenta cómo mejora la eficacia; cómo mejora rutas, tiempos de respuesta, cómo consigue hacer más trabajo en menos tiempo, y saber en todo momento en dónde está su gente y a quién enviar cuándo entra, por ejemplo, una petición de asistencia en carretera urgente. Puede saber a simple golpe de vista, cuánto tiempo están sus vehículos recorriendo distancias y cuánto parados realizando un servicio; cuál es el consumo de cada uno, y cuál la rentabilidad de cada uno de sus trabajadores. Asigna servicios de manera automática enviando rutas y trabajos a los vehículos desplazados y recibe reporte inmediato de los servicios realizados. 

Manuela es una gran usuaria de la APP y una gran prescriptora. Tanto, que no solo está encantada con los resultados de su flota desde que trabaja con Sateliun, sino que ha empezado a trabajar con nosotros como Distribuidora oficial, y ahora se encarga de que sus clientes no residenciales, salgan de su taller con el mejor sistema de gestión flotas implantado.

Manuela y su empresa crecen día a día y nosotros con ellas. Estamos muy orgullosos de nuestra mecánica cirujana. Gestión de flotas para mecánica.

 

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